jueves, 21 de febrero de 2019

Una lectura repetida


Durante el invierno de 2001 leí por primera vez Todos los nombres. En las frías noches de insomnio, con el libro en la mano, acompañaba el sueño de mi mujer embarazada. La novela de José Saramago cuenta la historia de un escribiente del Registro Civil que por azar y por necesidadsale en busca de una mujer desconocida. También nosotros, a nuestro modo, estábamos gestando a una «mujer desconocida» que este año va a alcanzar su mayoría de edad. Así, el tiempo nos obliga, como padres, a reconocerla, a releerla. Casi 18 años después volví a visitar estas páginas con ese recuerdo que no deja de latir ni de maravillar: «No parezco yo, pensó, y probablemente nunca lo había sido tanto...».



HERNÁN SCHILLAGI

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