Sexta entrega:
Mano a mano
Los del Gordini verde están en ronda. Uno de ellos se encuentra lastimado. La mano derecha del conductor sangra y todavía debe tener alguna astilla de vidrio clavada. Todos visten de gaucho y cada uno sostiene un instrumento. Un bombo, un charango. La guitarra no aparece. Muy poco cuyano el grupo, pero en fin.
Los cosechadores suben al camión y le dan a entender a Juano que no lo haga. «Para evitar problemas con el patrón», le explican. Luego se acerca a los del auto y les pregunta cómo están. Allí se entera que el de la mano sangrante es el guitarrista, que iban para una fiesta en Beltrán y que, ahora así, no van a poder tocar.
—Yo puedo ayudarlos, como en «Volver al futuro», dice sonriendo Juano.
Entonces les explica que él, cuando chico, fue dos meses a guitarra y que sólo aprendió el rasguido de folklore y de los valsecitos peruanos.
—Y si me llevan con ustedes a la fiesta. Juano abre los ojos como unos incompletos puntos suspensivos.
Por lo tanto, Juano pondría la mano sana que faltaba para hacer ejecutar las posiciones que el guitarrista haría con la izquierda.
Ponen en marcha el Gordini y a los gruñidos comienza a avanzar.
—Es un milagro que haya arrancado, dice el del bombo.
—No hay nada más fiel en esta vida que un auto viejo, responde Juano.
Entonces comienza a contar la historia del Ami 8 y en su cabeza las verdes chapas del Gordini se van tornando amarillas, como si todo el otoño se hubiera posado de pronto en el camino; mientras una voz desde un futuro desconocido le sopla ventarrones diciendo: «Vamos, vamos, Juano, vamos».
Soundtrack: Johnny B. Goode, por Marty McFly & The Starlighters