viernes, 23 de octubre de 2009

Álamos tarados



Cuando era chico no existían. Mis problemas se limitaban a la alta dosis de polen en el aire por el comienzo de la primavera. Pero no vienen los japones e inventan un híbrido: el álamo I-214, que tiene la capacidad de crecer 50 veces más rápido que nuestro álamo criollo.

Todo bien. Sin embargo, el "doscatorce" traía un facón irritante bajo el poncho a cambio de su hiperdesarrollo. ¡Las pelusas!

Entonces, desde hace un tiempo, todos andamos a las toses, a los estornudos; y las narices parecen canillas mal cerradas. Las pelusas salen como un ejército flotante a la mañana, avanzan con el tanque del Zonda como aliado y aniquilan sin piedad a la raza sensible de los alérgicos. A la noche se ocultan victoriosas.

Qué falta de elegancia para la estación del amor. Ahora en vez de babear, moqueamos.

Al que le guste el álamo veloz, que se aguante la pelusa.

viernes, 16 de octubre de 2009

La construcción de un (segundo) nombre


Las hinchadas de todo el mundo jamás lo corearon. Pero sí hay que reconocer que cuando acompaña al primer nombre y al más que reconocido apellido, aporta una musicalidad en suspenso -prestada del gerundio- que lo hace inolvidable: Diego ARMANDO Maradona.

De los extremos que salen de esta denominación sólo voy a decir que con pronunciar “Diego” uno ya sabe inmediatamente de quién se habla, como un hipervínculo de alta velocidad en el cerebro. Lo siento por grandes actores como Peretti, Reinhold o Capusotto. Me lamento, también, por los personajes De la Vega y De Zama; televisivo uno, novelístico el otro. Diego es sinónimo de “Maradona”, tanto como ese apellido lo es de Argentina en el exterior. ¿Alguien se atrevería a negarlo? Hace un tiempo tenía la incomprobable teoría de que un futbolero cualquiera pronuncia “Maradona” al menos una vez por día. Eso, multiplicado por millones, “ojearía” hasta el más pintado.

“Señores, yo estoy cantando/lo que se cifra en el nombre” se excusaba Borges al describir al compadrito porteño Jacinto Chiclana. Es que Maradona consiguió lo que a muchos no les alcanza una vida completa: que tu propio nombre sea un símbolo, un emblema más allá de todo. Sin embargo, “el 10” logró esta cima de manera meteórica en su juventud a fuerza de genialidad con la pelota y coraje en la cancha.

Desde entonces, Diego tiene un propósito secreto, un desafío oscuro y arduo: llenar de significado su segundo nombre, cuando el primero aturde toda posibilidad. Por lo tanto, el futbolista más grande de la historia viene construyendo, “armando” desde hace años otra figura de humedad corrosiva que, poco a poco, ha venido carcomiendo los cimientos del héroe del ’86, del vengador de la piratería inglesa, del que se enfrentó a los poderosos con el descaro de una gambeta.

Por eso hemos visto con asombro a Diego armando escándalos por sus adicciones, a Diego armando revuelos con un rifle ante fotógrafos, a Diego armando odios al despreciar a un supuesto hijo extramatrimonial, a Diego armando lobbies para ser director técnico de la Selección (“Soy el último en las encuentas, aunque primero en el corazón de la gente”, dijo). Como así también hemos presenciado, sin decir esta boca es mía, los ataques más furiosos y traperos a su persona, cómo la televisión le escarbó los ojos por un punto más de rating durante sus internaciones, el modo en que los “amigos de la fama” se acercaron a la “Factoría Maradona” con el claro objetivo de lucrar con el falso cariño y la adulación.

¿Debería sorprendernos, entonces, su última “construcción”? Porque luego de tantas dudas y resultados negativos, el equipo nacional había logrado clasificar al Mundial 2010 con un triunfo de visitante y sin depender de resultados ajenos. Sólo cabía el festejo externo y, luego, acudir a la reflexión interna para empezar las mejoras.

Por lo tanto es allí donde Maradona (no Diego, sino Armando) insultó reiteradamente, con un revanchismo pocas veces visto, a todos los periodistas argentinos que lo habían criticado ante los ojos del orbe futbolístico y del otro. Armando vs. Diego. Mister Hyde que hostiga con sus pasiones desenfrenadas al correcto y civilizado doctor Jekyll, al que todos –desde nuestras frustraciones- quisiéramos que Maradona se pareciera.

¿Seguiremos, como sociedad, armando ilusiones triunfalistas con la hipocresía como bandera? Tan tangueros que somos y la queja nos queda cada vez más grande.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Para el club de los emoticones rotos



plantillas sms


no llega el mensaje
aunque entiende que partió sí
que tengás un buen día pero
no pasará por las vías de un puente vibrante
colores de hierro y cemento
sostienen el paisaje de una ventanilla oscura
y los que suelen probar
el fuego en otras lenguas
en otras manos confunden
la velocidad con el ansia
esperame hasta que llegue

y el bambú de las horas en las uñas
para ser honestos enhiestos
ante la tortura de aplastar el abecedario
con palabras de sangre y sin tinta
me hacés falta medias tintas de pulpo asustado
que no atrapa a nadie ninguno nada
ahora no puedo te llamo más tarde


jueves, 1 de octubre de 2009

¡Luz, Diablo!



Hace un par de días me llegó la boleta de la luz. Ya desde el umbral de la puerta me llamó la atención una frase que, cual cartelón de carnicería de barrio, la atravesaba diagonalmente y decía:



“CONSUMO CON SUBSIDIO DEL ESTADO NACIONAL”



Más tarde llegó mi esposa y le mostré la factura “Mirá lo que tendríamos que pagar si el Estado no se hiciera cargo, como el 100% más”.

Sin embargo, hoy me entero por la radio que el Gobierno no subsidiará más la electricidad (y el gas por si fuera poco). ¡Tarifazo!

Entonces abrí los postigos de las ventanas, apagué la lámpara del living y empecé a pensar qué hábitos y costumbres se modificarían con estas medidas:

*Cardumenicidio (muerte masiva de peces), al desenchufar por las noches el oxígeno de las peceras. Eso sí, se ahorraría en la merluza de los lunes.

*Look casual y húmedo en cabelleras de ambos sexos. Nadie usaría el secador de pelo. Gripe A, al acecho.

*Plancha a carbón. Lo positivo: fortalecería los bíceps.

*Las escuelas nocturnas cambiarían la orientación hacia la minería.

*Las velas del feng shui serían más “energéticas” que nunca.


Pero debo hacer justicia con una persona, y es con nuestro señor Gobernador. Él estuvo a la vanguardia desde el primer día de su gestión, ya que ha comandado esta provincia con todas las pocas luces posibles.