sábado, 27 de marzo de 2010

Sombras de la poesía



Nadie se va del todo cuando sale de su casa. Por eso es que este mediodía, una ventana sobre una Hondita Dax casi me lleva por delante. Por suerte, yo venía con la puerta de par en par y pasó a mil hasta mi patio, donde una parra apenas se defiende de la furia de la tarde.

Ahora sé que al volver, voy a estar obligado a mirar por los vidrios de esa ventana intrusa al ocaso como una herida que sangra.

La poesía obvia no deja de perseguirme.

martes, 23 de marzo de 2010

Acertijodeseo 1


¿A qué hacen referencia
estas imágenes y por qué?



Cada tanto iré dando más pistas hasta que lo descubran ustedes o hasta el domingo 28 que lo diga yo. ¿El premio? ¡Sorpresa!
***

Tenemos una ganadora: ¡Paula Seufferheld!

Si quieren saber la respuesta, busquen en sus comentarios.

Aquí va uno de los merecidísimos "premios"

domingo, 14 de marzo de 2010

Un poema «magistral»




ingeniería de control


mientras lava los platos
los apila como si fuera un constructor
vasos tazas de café ollas y cuchillos
de un acero que resiste el óxido
la rutina y las uñas de la virulana

toda una noche en castigo bajo el agua
aplaca la espuma de la cerveza en los bordes
la grasa abominable de los fondos cucharas
cucharitas devuelven contra la bacha
una percusión involuntaria que alerta «no hay
tragedia que no empiece por casa»
y el último tenedor es una antena
de una ciudad futurista bajo la lluvia
en la que advierte se dejaría habitar pero
se vuelve hacia la ventana hacia la sequía del presente
se vuelve porque mañana le espera
nada más que el riesgo de las altas cuotas
de un lavavajilla automático

sábado, 6 de marzo de 2010

El verdulero llama dos veces



En este mundo de las muchas necesidades y los mil oficios, la unión impensada de rubros se impone. Hace unos meses entré a la verdulería de la calle principal del barrio y vi –junto a los cajones de tomates y unos zapallitos coreanos- que se elevaba una estantería con algunos canastos. ¿Qué tenían adentro? La innumerable fila de sobres transparentes y fotocopias color con música y películas piratas. Mis dedos recorrieron las hileras con la desconfianza con que se elige la palta. Pagué la verdura y me fui.

Al poco tiempo, un televisor pantalla plana con un DVD encaramado reproducían a todo volumen la última de “Rápido & Furioso”. El sonido y la calidad eran pasables así que me animé y compré un combo de “5 en 1” con los últimos estrenos infantiles: “La Era del Hielo 3”, “Shrek tercero”, “Up” entre otras. Del total se veían bien dos, y las otras habían sido tomadas en vivo en el cine y no bajadas de la web. “¿Qué querés por 5 mangos?”, me dijo mi mujer. Pero yo le expliqué que los mangos estaban carísimos y que nos conformáramos nomás con unas naranjas ombligo.

Durante este verano, el negocio fue creciendo. Con desfachatez en la puerta de calle, una pizarra se apoya con las novedades en cine y música prendidas con un alfiler. Lo llamativo son algunas versiones. La gran película de Tim Robbins “Sueños de libertad” es, entre la lechuga morada y los rabanitos, “Cadena perpetua”. Los actores de la nueva versión de “Viaje a las estrellas” parecen tener una “papa” en la boca por su acento gallego.

El otro día sentí que el verdulero me llamaba con su bella voz del Altiplano: “Tengo la de Tarantino que me pediste”. Cuando me la pasó, en vez de ser “Bastardos sin gloria”, en la portada decía “Malditos bastardos”. Se la hice probar en el reproductor. Sonido ambiente de sala, pulso trémulo de la cámara capturadora y subtítulos en ruso. Cuando acercamos el oído a la pantalla, Brad Pitt vociferaba en el idioma de Lenin y Kaspárov. “Todo mal”, le dije. Con una sonrisa amable de dientes de ajo me contestó: “¡Qué querés! Te aviso de nuevo cuando me llegue la versión buena”.