domingo, 3 de octubre de 2010

Un poema para contradecir la realidad



autonomía de vuelo

                                            Hay que ver,
                                            cuántas veces te advertí, gorrión…

                                            Rafael Pérez Botija, en Fruta verde



acaso no te dije es que cada mañana
levanto la mesa de la noche anterior
un autómata que registra sin ver la cera fría del plato
los cubiertos inútiles las ojeras pardas de la lechuga
y el vaso que se eleva como una torre sin princesa
con un solitario dragón adentro

es que en las mañanas acaso no te dije
las migas trazan sobre el mantel rojo
las huellas del pan de cada día el rastro
de un mapa descascarado los pasos sin dar
del chato milagro que divide y no multiplica

por eso cada mañana doblo ese rectángulo
de sangre para de la tela sacudir los restos
de una cena que perdió en el baile de tu silla vacía
así las cortezas vuelan bajo hasta hundirse
en el barro de la cuneta

sin embargo esta mañana acaso no te lo dije
el mantel se convirtió sobre mis hombros en una capa
y fui un rey destronado perdido entre los autos
las ambulancias los ladridos un súperman doméstico
con el pecho a prueba de baladas freddie mercury decolorado
con las raíces negras por la desidia
que alza su puño y desafina «somebody to love»

aunque una rápida traición de la cabeza me trasladó
hacia el áspero castellano «alguien para amar» sí
«alguien a quien amar»

no te lo dije acaso pero es que cada mañana
me cuesta cada vez más ser un superhéroe


                                                                              para rubén valle y su poesía

9 comentarios:

Paula Seufferheld dijo...

Si el yo lírico coincidiera con el verdadero poeta, en lugar de superman saldrías a la calle como el zorro y sacudirías las papas fritas de rapaces y malcriadas visitantes que te llenan el rectángulo negro de restos de esa perdición salada a la que somos tan devotos.
Fuera de lo cotidiano real y, paradójicamente, dentro de lo cotidiano, este poema de nuevo vuelve a apostar al registro del detalle mínimo para explotar, al promediar el poema, en las narices de lo fantástico, lo mágico y lo lírico en estado puro. El intertexto con "Somebody to love" es un engarce perfecto para reflexionar sobre ese personaje solitario que busca por las calles, al borde del rídiculo y la incomprensión, "alguien para amar".
Chapó, querido amigo.

sergio dijo...

Hernàn:
Como ya le dije el poema de entrada mucho no me gustó. Concretamente la música extraña del poema no me convenció. Pero luego de varias lecturas, la cosa cambió. Tiene una música rara pero la tiene. Lo interesante dentro de su última producción es el trabajo para no quedarse en el mismo lugar (al tiempo que se lo digo me lo digo)

En cuanto al asunto en sí, amigo, cuántas veces le advertí que no quiera ser un superhéroe. Deje de joder. Ya bastante complicado es ser una persona más o menos decente.

Proyecto Maria Castaña dijo...

¡¡¡No es complicado ser decente!!! Parafraseando al cabezón de Banfield: Paula Seufferheld está condenada a la decencia.
Yo voy por la heroína, eso sí, mi preferida es la mujer maravilla.

Hernán Schillagi dijo...

Paula: gracias por tu más que lúcido comentario, ya que además desborda emoción.

Hace tiempo que me di cuenta -sobre todo como lector- que en un poema el "yo lírico" no tiene por qué coincidir en un ciento por ciento con el "yo autobiográfico", ya que este último no es más verdadero (utilizo tu término) que el lírico o ficcional. Sí lo que no deben ser "prestados" o forzados son las experiencias y sentimientos.

Estoy seguro que cualquier lector se daría cuenta de que un poema no atravesó como experiencia al que lo escribió. Y digo experiencia en sentido muy amplio: conmoverse con lo propio, con lo del otro, con la posibilidad de lo imaginado.

Aquí el "yo lírico" rompe con el automatismo de levantar la mesa y sacudir el mantel con un acto que roza lo ridículo. Pero ese absurdo le abre los ojos y le hace dar cuenta de su soledad. ¿A quién no le ha pasado -en otros términos- comprender como un rayo fulminante la situación en que verdaderamente te encontrás?

Hernán Schillagi dijo...

Sergio: justo ayer les decía a un grupo de alumnos que estaban enojados con una obra "muy difícil y de final abierto" que la literatura es sobre todo para incomodar. Para agradar que busquen en la tele o internet.

Al mismo tiempo leía esta semana en el último libro de Fabián Casas algo así como que hay ir en contra de nuestra habilidad. No lo digo por mí. Pero ¿en qué sentido? Y, que si encontraste una voz, una musicalidad, el grupo de palabras que te calzan divinamente y gustan, y además te premian y te leen: traicionar (en el buen sentido) todo eso y escribir otra cosa que soprenda para bien o para mal. Por eso admiro a Paula Jiménez.

¿Qué pasa con este poema? Puede que si te sonó mal o extraño sea porque está mal escrito, es cierto. Sin embargo es un paso más en una búsqueda -muy incómoda- para salirme de los últimos libros que he escrito y publicado.

Prefiero todavía equivocarme a repetirme.

Esto que divago no es en pos de "soy un poeta cool y expongo mi evolución"; sino que me interesa compartir experiencias, tomar con ahínco las crticas y seguir trabajando. Yo, al menos agradecido.

Todos somos gorriones que nos hemos dejado atrapar. A pesar de las advertencias.

Hernán Schillagi dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Hernán Schillagi dijo...

Paula decente: me gusta más la honestidad. Hasta se puede ser honesto en la indecencia, ¿no?


Che, la cita no es del narcopolítico, es de "Besos en la frente" de Sabina: "Invisible entre la gente/condenada a ser decente..." ;-)

Proyecto Maria Castaña dijo...

Pero inevitablemente me viene la frasecita de que "estamos condenados al éxito", por ahí, ya era un visionario y tenía razón, ¿no?
Vos sabés que cada vez me da más odio "Besos en la frente", un rato está bien identificarse con la canción... ¡pero no toda la vida! (Igual yo no me considero fea, ja).

Hernán Schillagi dijo...

¡Bien ahí! La autoestima bien alta es lo que salva a Lola de la canción (y algunas habilidades en la cama, es cierto).

¿Cómo pasamos de hablar de un poema que menciona a Freddie Mercury a esto? Ja!

No importa. Lo bueno es despuntar la palabra y pensar para divertirse.