martes, 6 de diciembre de 2011

Poema para leer con los ojos cerrados


gallito ciego



ella también se cansó de este sol,
viene a mojarse los pies a la luna...

Luis Alberto Spinetta


ella además sabe estar entre todos
sola lo ve y quiere jugar
de la única manera posible a oscuras

no hay vendas tampoco rostros
sus manos disponen del poder de la mácula
pero son su voz y las palabras
las que a él le detienen la sangre

«mis dedos te recuerdan de otra forma
que mi cerebro» dice ella
«a la memoria la afectan los años los dedos
son los soldados del tiempo» responde él
«entonces la guerra podrían ganarla los besos»

él ya le sonríe adentro de su boca

5 comentarios:

Proyecto María Castaña dijo...

Demasiado sexo para leer en una sala de informática y en solitario. Qué le vamos a hacer, así son mis tiempos de lectura y hay que aprovecharlos. Me quedo con la idea, novedosa para mí, interesante para trabajar de aquí en más, de que la memoria física es distinta a la mental, ¿los besos pueden acortar la distancia? ¡Quién sabe! Lo cierto es que es un buen remate.

Hernán Schillagi dijo...

Amiga: tampoco tanto triple X! Un poco de insinuación y juego sensual. Eso sí, es interesante que quieras investigar lo de la memoria de los dedos. ¿Me imagino que no será preguntando? Jaja.

Los besos siempre son un buen remate. Ah, y en los poemas también.

sergio dijo...

Ella y él ¿Quiénes? Él y ella. Cualquier pareja del mundo. Presente o pasada. Y cuando dos protagonizan un asunto y su hacer, su decir nos involucran, la poesía, creo, cumple uno de sus objetivos: hablarle al resto, a los lectores. Y más en este caso donde ellos se dicen cosas (ah) de la memoria modificada por el tiempo. Pero también de los besos que pueden ganar una guerra. De esos besos que nos hacen sonreír.

Hernán Schillagi dijo...

Amigo: me encanta su modo hiperbatónico para comentar. ¿Un poco una venganza de los míos en el poema? Jaja.

Por otro lado, es cierto: escribir para los demás. Los otros que no esperan el poema, pero que de algún modo lo anhela en secreto.

El poder de los besos es increíble. Al menos en averiguarlo se nos puede ir la vida.

Fernando G. Toledo dijo...

Lo bueno es que luego, puesta tu lengua sobre su boca, ella vendrá a dormirte movida de estrellas.