melodía familiar
mi padre era leonardo favio
o al menos la voz de mi viejo
podía guitarrearla de vez en cuando
al entrar a mi departamento
de recién casado con tres muebles
y cuatro acordes inseguros
que sabían completar el vacío
y la incomodidad
o al menos la voz de mi viejo
podía guitarrearla de vez en cuando
al entrar a mi departamento
de recién casado con tres muebles
y cuatro acordes inseguros
que sabían completar el vacío
y la incomodidad
años sin hablarnos y una promesa
como estribillo «no revolver el pasado»
así los tonos otra vez cambiaban a graves
para imitar una melodía familiar
la cadencia terrosa que cantaba
y encantaba el presente pero otra vez
el rencor otra vez las notas oscuras
para que todo pacto pasara a ser
una esquiva crónica de niños solos
como estribillo «no revolver el pasado»
así los tonos otra vez cambiaban a graves
para imitar una melodía familiar
la cadencia terrosa que cantaba
y encantaba el presente pero otra vez
el rencor otra vez las notas oscuras
para que todo pacto pasara a ser
una esquiva crónica de niños solos
el siglo se moría y sobre mi lengua
un milenio entero para entender
por qué nuestra frecuencia sonora vibraba
más en el silencio que en la música
que su voz de cantor popular quebró
la mía para siempre y se repite ahora en mí
se duplica y se eleva porque yo
yo no puedo olvidarla
un milenio entero para entender
por qué nuestra frecuencia sonora vibraba
más en el silencio que en la música
que su voz de cantor popular quebró
la mía para siempre y se repite ahora en mí
se duplica y se eleva porque yo
yo no puedo olvidarla
HERNÁN SCHILLAGI, de "Castillos sonoros" (inédito)
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