jueves, 2 de febrero de 2017

Un poema gasolero

 
 
un motor en la mañana
 
toda ventana por definición
fue construida para mirar diseñada
para que una porción del universo

traiga calma transparente sin trizas
a este elegido encierro de ladrillos y argamasa
tal vez por eso en las mañanas prefiero 
escuchar al mecánico de enfrente 
que trata de hacer funcionar
sin necesidad de chispa un motor ahogado 
un perkins de fines del siglo veinte que se aleja
no da el salto de combustión interna
y los férreos golpes de las reparaciones
llegan como en clave morse
hasta mi teclado y se confunden
las letras con el calor del combustible
una sucesión de puntos y rayas 
que pulsan una señal de auxilio
por definición toda ventana
fue diseñada para cerrarse construida
para que los sonidos de afuera
sean negados y ahogados como un motor 
en la mañana fría
 
HERNÁN SCHILLAGI, de «Castillos sonoros» (inédito)

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