viernes, 2 de septiembre de 2011

Un poema estacional


lo dulce lo agrio


vas a mi lado
como la oscuridad
de los ciruelos
    todas las flores blancas
nacen cuando te toco


de La oscuridad de los ciruelos (inédito)

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Barbaruuuss !!! Cuántas luces y sombras en las cinco líneas de esta canción primaveral ;-)

Omar Ochi

Hernán Schillagi dijo...

Omar: qué bueno tenerte por estas zonas de mi ciudad. El tanka, como su primito el haiku, permiten esa posibilidad de decir mucho en pocas líneas.

Qué especie contradictoria el ciruelo. Planta oscura, pero flores blancas o rosadas. El fruto dulce y agrio a la vez.

Vale decir que en el patio de mi infancia (como el del poema del día del niño) había un ciruelo reinando el fondo.

Gracias.

Marisa Perez Alonso dijo...

¡Hola Poeta! Tus imagenessiguen en mí por mucho tiempo y me traen, mexcladas con la oscuridad la figura lenta y afanosa de mi abuela en la madrugada maipucina. Y las flores blancas renacen en mí. Otra vez gracias por su sensibilidad compartida que despierta fantasmas.
Abrazos primaverales

Marisa Perez Alonso dijo...

¡mexcladas!, perdón quise decir: mezcladas.

Hernán Schillagi dijo...

Marisa: mirá que interesante cómo te despertó el poema algo tan personal. ¿Será la brevedad propia del tanka que posibilita esos caminos?

Por otro lado, la sensibilidad de la que hablás, ahora, se traslada a las alergias primaverales y mi ojos rojos, la garganta tomada y la nariz goteante no me dejan escribir, jaja.

Un abrazo grande.

sergio dijo...

La búsqueda de otro que va a sostener la imagen que uno se hace de sí mismo y acaba en la creación de una pareja ideal, está tan manchada de vanidad y de voluntad de posesión que no me parece ofrecer un ideal humano muy digno. Por el contrario, una atención apasionada por un ser humano me parece constituir una actitud completamente esencial. Yourcenar.

sergio dijo...

Aunque oscura, la presencia es. Y a veces, por muy oscura que sea, basta. Otras, en cambio, no alcanza. Entonces, estiramos la mano, buscamos tocar, para que las flores nazcan, y con ellas: el perfume, la textura, el color. Aun así, por muy bucólico que suene, no puedo evitar el recuerdo de aquello que la joven (y padeciente) Yourcenar dijo: “El amor es un castigo. Somos castigados por no haber podido quedarnos solos”.

sergio dijo...

El primero no tiene nada que ver. perdón. pero no sé borrarlo.

Marisa Perez Alonso dijo...

Sergio; que grave y agraviado se te escucha (lee).
Urgente, cambiar de lectura.

Hernán Schillagi dijo...

Amigo Sergio: muy bueno su doblete comentaril. Pienso que la primera cita de Yourcenar tiene su pertinencia con el poema, jaja. Aunque sea por casualidad.

Por otro lado, su análisis está buenísimo. Me hace acordar a Cecilia Roth cuando en "Todo sobre mi madre" dice: Las mujeres hacemos cualquier cosa para no estar solas". Creo que es trasladable a todo el género humano. Así y todo, no comparto -como Marisa- la visión tan negativa del amor. Es un látigo, pero tan dulce como anhelado. Quien lo probó, lo sabe. Juichiiiií... (onomatopeya de latigazo, ja).

Anónimo dijo...

Es muy buena su relación con el parlamento de Manuela (nombre contradictorio con lo que dice jajajaj). Es cierto Yourcenar no estaba muy feliz en esos días. Pero si uno mira lo que dice luego (el comentario erróneo), cree en el amor pero descree de la posesión. Y me gusta esa idea aunque no tengo la más mínima idea de cómo llevarla adelante.

Proyecto Maria Castaña dijo...

Contraluces, podría llamarse también. En una canción, Vagabundear (sí, la que te encanta) Serrat le dice a la mujer que deja que le dio todo lo que sabía dar, entre otras cosas, la sombra que en la tarde da una pared. Siempre me pareció fresca y regocijante esa idea. Tu imagen es semejante. Mujer muro, mujer árbol, mujer que ampara, mujer que es sombra frente a la crueldad de un verano demasiado amarillo. Pero esa mujer fortaleza tiene sus costados blandos: del muro se abren puertas y ventanas, del árbol los brotes estallan de las ramas nuevas.

Anónimo dijo...

¡Qué buena la decoración de su ciudad! Con respecto al poema está todo más que dicho.

La libelula dijo...

la flor de sakura (el ciruelo japonés) es mi preferida de la vida misma. De hecho acabo de tatuarme una rama de flores de sakura violetas y rosadas :)

"la vida es bella y breve, como la flor de sakura" reza un proverbio samurai.

Hernán Schillagi dijo...

Libe: qué buena data (oriental) que me tirás. Yo escribo haikus desde una cuestión más formal, pero la belleza que encierra el mundo del lejano Oriente es fascinante.

Qué bueno que has vuelto.

Andreina Levada dijo...

Cada poesía que he leído ha dejado huellas, emociones y sentimientos inexplicables... y despertó una pasión que había guardado en lo más profundo de mí ser, escribir poesía. La verdad entré al blog para realizar un trabajo del IFDyT, pero me encontré un lugar cálido y agradable, quedé fascinada con tus poesías Hernán. Felicitaciones!

Hernán Schillagi dijo...

Andreína: es que la red también tiene trampas hermosas, como la poesía. Cuánto me alegra que algo de lo que yo escribo despierte en otros ganas de empuñar la lapicera.

Ojalá que el entusiasmo siga y se convierta en poemas para leer y compartir.