sábado, 9 de abril de 2011

Un poema para leer a la noche



lengua padre


sí lo descubrís justo ahora
cuando la noche era apenas un techo negro
con el brillo de las estrellas como una salpicada humedad
un cielorraso lejano y ondulante
hasta que sí justo lo descubrís ahora
elevaste al azar tu lapicera retráctil
contra una nube con forma de calamar
y un líquido oscuro comenzó a pesar sobre el resorte
a desbordar el pequeño tanque alargado hasta que por tu mano
un mar de tinta intenso te cubrió el brazo
y se filtró en tu pecho para que ahora justo lo descubrís
sí a este hombre que le escribe una carta a su hija
donde le cuenta que las luciérnagas
pueden apagarse cuando están en peligro
ocultar sus antenas tras la madreselva
a la espera de que una promesa voladora
les devuelva la luz en todo el cuerpo
y de esta lengua última sí ahora lo descubrís justo
solo vendrá tu herencia de padre
que haga de la sombra del futuro
un lugar menos solitario

5 comentarios:

Marisa Perez Alonso dijo...

¡Y que haga del futuro un lugar solidario! ¿Te inspiraste en el lenguaje de las mariposas, no sé por qué hice ese link al leer este poema. Me pule el pensamiento "Y lo descubrís justo ahora...", es la gota que horada la piedra, es una sensación que aprendí cuando traté de ver y entender el mundo desde los ojos de mis hijos. ¡No es fácil evocar al niño que llevamos dentro!
Yo me pregunto ahora ¿Cuál es esa promesa voladora que les devuelva la luz en todo el cuerpo?.
¡Felicitaciones poeta!
Un abrazo plurilingüe.

Hernán Schillagi dijo...

Marisa: qué interesante el enlace que hacés con la peli. ¿"La lengua de las mariposas" de José Luis Cuerda, no? Me encantó, pero no pensé en esa historia tan hermosa. Estaría bueno que me contaras la relación que le encontrás.

Esa anáfora "mutante" de "lo descubrís justo ahora...", quizá tenga esa intención, la de provocar una forma en el pensamiento a través del incauto oído.

Toda promesa (y esperanza) tiene alas.

Gracias.

Marisa Perez Alonso dijo...

La relación que encuentro es la de los descubrimientos de ese niño en un mundo de adultos que está a punto de caerse. Mientras somos niños las enseñanzas verdaderas son como epifanías, como pequeños diamantes-luciérnagas que te iluminan para siempre. Está presente no esa mezcla de realidad y magia al estilo maravillosos, sino la magia de las pequeñas y cotidianas sensaciones de la vida.
Y la promesa-esperanza que tiene alas y flota y es leve y hay que ser muy cautos para no perderlas.
¿Estoy un poco delirante?

Unknown dijo...

Si no hay delirio, no hay lectura de poemas. Está buena tu interpretación relacionada con la peli.

El poema está ahí, a la espera de que se le sumen todas las voces posibles.

Un abrazo dominguero.

Hernán Schillagi dijo...

Ah, Quebrantapájaros es un antiguo "otro yo" que tenía y que a veces aparece, jaja. Ups!