jueves, 6 de mayo de 2010

La rebelión de los oscuros



A poco de empezar la crisis energética, los tecnosabios descubrieron que podía extraerse electricidad del dolor y las penas de la gente. Una usina melodramática permitiría seguir viéndonos por las noches el rostro en los espejos solitarios.

Sin embargo, la unión de dos bocas en la sombra hacía apagar las heladeras. El regreso de un hijo descarriado cegaba en el acto tres manzanas de la ciudad. Hasta que un apagón general aterrorizó a la Compañía Doloeléctrica. Un ejército, entonces, salió a cantar patéticos boleros a los balcones, a empujar cartas de despedida bajo las puertas, a vocear noticias de un apocalipsis inminente por las esquinas. Ni a los inútiles faroles lograron conmover.

Cuando de repente, una luz de esperanza llegó al comité directivo. La rebelión de los oscuros sería aplastada. Pero al brindar por la idea fue tanta la alegría, que la última de las afligidas lámparas se extinguió para siempre.

7 comentarios:

sergio dijo...

Jajajaja
Ya sé que no le gustan mis comentarios estilo facebook, pero me causó gracia su relato. Tiene un tono tan 678 que a nuestra paula que es de la oposición no va a gustarle. jajaja. (Como se ve hoy soy el típico boludo que se ríe de sus ocurrencias o sea de los que deja a oscuras a los vecinos de mesa, aquí, en el ciber)

Hernán Schillagi dijo...

Amigo: su risa es contagiosa y casi se me apaga el monitor.

Creería que, como toda ficción que se precie, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia. Aunque acepto el "air du temps". Que cada uno interprete como quiera.

Ciertas sátiras se van acomodando a las diferentes épocas. Lo que siempre se mantiene es algo terrible y hasta contradictorio: mantenernos preocupados, tristes, pero anestesiados. Apuesto por la alegría alerta y comprometida. No confundir con la infame "pizza con champán" de los 90.

Pd: ¿Qué necesidad de pegarle a quien todavía no comenta? Aguantate la respuesta ;-)

Escribir, coleccionar, vivir dijo...
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Escribir, coleccionar, vivir dijo...
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Escribir, coleccionar, vivir dijo...

(Perdoná Hernán, el 90% del comentario es en respuesta a Sergio)

Me encantó el relato. Más que a 678 me recordó a los dementores de Harry Potter.

En fin, don Sergio no pierde la oportunidad para hacer afirmaciones inexactas de mi posición ideológica. Parece que buscar un equilibrio propio -ya que ningún grupo, partido, canal, o lo que sea me lo ofrece- es estar en el bando de la oposición. Yo lo único que no me canso de decir es que todos los medios ofrecen una agenda sesgada de la realidad. Para tener una visión recortada, fragmentada y, de todos modos, muy alejada de lo que está pasando, tenés que mirar todos los informativos del cable y la tv abierta, con ese menjunje podés recomponer una imagen cubista del país, una especie de Guernica hecho por vos en donde, con pocas herramientas, intentás discernir qué es verdad y qué no.

Sobre los hijos de Noble, Macri, la ley de democratización de medios opino lo mismo que 678: es idiota pensar algo distinto, pero, ¿por qué no hablan sobre economía? ¿por qué las únicas protestas gremiales que muestran son las de los docentes de San Luis y los trabajadores de diario Uno de Rosario? ¿No vieron que en el resto del país, en cada provincia, hubo numerosísimas protestas gremiales? Los trabajadores claman por sueldos dignos ya que los que perciben ya están licuados por la inflación. Sí, hay inflación aunque 678 lo ignore.

Del otro lado -QUE NO ES MI LADO- lo único que muestra el monopolio son imágenes con zócalos intencionados, vamos a un ejemplo: Cristina habla en un acto y dice "soy un ícono de la libertad de expresión", abajo se lee: "ataque a los periodistas" (¿?).

Nunca como en estos últimos meses he visto tantos informativos. No confío en nadie y solo creo en mi propio procesamiento interno de datos, pero tengo que nutrirme mucho. 678, por ejemplo, lo veo todos los días. Pero también sigo canal 26, Crónica, C5N, TN y nuestros canales locales. Antes escuchaba o miraba a Lanata y CHAU. Creo que nunca le voy a creer a nadie como a él. Supongo que lo mío era caprichoso y desmesurado. Me parece que el trabajo receptor crítico que hago ahora es mucho más maduro y serio que en el pasado en donde depositaba toda mi confianza en un solo periodista, era una locura. Ahora te pasa lo mismo a vos con un programa. Consejo: abrí las ventanas a la realidad desde el zapping que te ofrece tu control remoto y no únicamente desde los informes de 678.

POSDATA: GRACIAS HERNÁN POR TU POSDATA RESPETUOSO, ¿HABÍA NECESIDAD DE PEGARME?
EN FIN, COMO VES, YA LE CONTESTÉ A SERGIO Y TENGO MÁS DE UNA MANO PARA RETRUCARLE.

Igual, me parece que este debate debería seguir por correo privado o en nuestras casas virtuales para no ocupar tu espacio sin tu consentimiento. No sé eso depende de vos y te dejo la última palabra.

Hernán Schillagi dijo...

Paula: te disculpo siempre y cuando comentés con más desarrollo sobre el post en cuestión.

Por lo demás, me encantan que se "maten" aquí. Me imagino que Sergio no esconderá la mano, jaja.

Escribir, coleccionar, vivir dijo...

Volviendo a tu relato, me quedo con el último párrafo y su impecable remate. Eso sí, disiento con el narrador: la luz testaruda de la esperanza es inextinguible y solo se apaga en el momento de muerte de cada ser humano.

Una gema del cuentito: los besos apagando las heladeras, ¿de dónde se te ocurrió?

Un abrazo y supongo que has tenido una semana de aquellas ya que no se te ha visto ni "un pelo virtual".