un nuevo hogar
a ella le gustaba visitar casas en venta
a ella le sobrecogía el corazón sentir el
eco
de sus pasos en los cuartos vacíos a ella
también
le erizaba la piel sentirse amenazada por
la presencia
única del vendedor inmobiliario en los
pasillos oscuros
a él le gustaba que le tocaran clientas
solitarias
a él le sobrecogía el corazón echarle
llave
a una casa deshabitada a él además
le erizaba la piel el tono de voz de una
mujer
con miedo en los pasillos sin luz
«aquí se podría gritar y nadie vendría
a mirar qué sucede» dijo ella
«salvo que los gritos fueran capaces
de derrumbar las paredes» dijo él
uno de los dos sonrió primero
pero la penumbra apresada dentro de la casa
no permitió que alguien lo viera
para poder narrarlo tiempo después
HERNÁN SCHILLAGI
8 comentarios:
Tiene una cosa "tramposa" que atrapa enseguida, las repeticiones envuelven, el paralelo ella/él es eficaz y la historia entretiene. Nada sabemos del estado civil de la cliente y el agente inmobiliario... poco importa, el poema nos incita a querer que ese par de desconocidos cierre la puerta de la casa vacía y empujados por el deseo, griten lo que sea necesario. Me encantó, podría ser el primero de una serie, pero solo es una idea.
Paula: gracias por el comentario. Y sí, los recursos fónicos se crearon para atraer con trampa (y honestidad) la atención del oyente/lector, pero al mismo tiempo quise trazar un paralelismo (otro recurso, pero sintáctico) entre ella y él. Por cierto, ya Bécquer lo hizo muy bien y mejor al comienzo de una de sus leyendas.
Un beso bautismal.
No recuerdo la leyenda de Bécquer... ya la busco y después te cuento. También Paula Seufferheld usó este recurso en un poemita de oficina que escribió el año pasado, obviamente, con menos trascendencia, je, je.
Un beso, amigo, ya nos veremos.
Posdata: apretando un poco los versos y reviendo el ritmo... podría ser una canción.
Paula. "La ajorca de oro". Al comienzo.
Sí, la encontré, gracias, amigo.
Esta es la versión definitiva? La idea es tan buena que funciona bien como micro relato y como poema. Igual, creo que me gusta más como poema. Es muy hermoso y claro y misterioso.
Anónimo: no sé quién sos detrás de esas palabras, pero has dado en el clavo. Este texto nació como microrrelato, pero el mismo final se contradecía: nadie lo vio para poder narrarlo después. Así que limé algunas asperezas de tonalidad y lo convertí en poema.
Gracias por el comentario y por tan buen oído.
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